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Cada huésped quedará maravillado por la hospitalidad que ofrece el Royal Mansour Marrakech en el corazón de Marrakech. Surgió del deseo de crear un hotel espectacular.

El lujo y el servicio superan las expectativas de los viajeros al acogerlos cálidamente en el corazón del arte de vivir tradicional marroquí. Los propietarios del Royal Mansour Marrakech quisieron celebrar aquí la arquitectura, las artes decorativas tradicionales, la creación contemporánea y la gastronomía de Marruecos.

El hotel es parte integral del patrimonio. La madera de cedro, el bronce delicadamente tallado y el yeso esculpido adornan la entrada monumental que recuerda a las grandes puertas de las ciudades imperiales. Al igual que el famoso "Bab el Khemis" (la puerta del jueves), las puertas del Royal Mansour Marrakech prometen "felicidad, riqueza y prosperidad". Las áreas de recepción, salones, bar, biblioteca y restaurantes convierten el edificio principal en un lugar de vida. La arquitectura árabe-andaluza y la decoración interior lo convierten en un espacio de arte y cultura. Los zelliges, azulejos de arcilla vidriada, los tadlakts (yesos de cal) lisos y brillantes contrastan con los yesos en encaje. El hierro forjado de las luminarias rivaliza en delicadeza con las puertas de madera tallada. La innovación domina la ingeniería del servicio. Túneles subterráneos conducen a cada uno de los 53 riads. Así, el personal accede a ellos rápidamente y de manera discreta, asegurando el confort de los huéspedes de manera casi invisible y respetando su privacidad.

Lejos de los códigos tradicionales de los hoteles, el Royal Mansour Marrakech se vive como una experiencia; fomenta las emociones y permite a cada uno el placer de crear su propia historia y recuerdos futuros.