En verano como en invierno, el Hôtel Mont-Blanc es la dirección imprescindible en el valle de Chamonix. Cada mañana, el hotel ofrece la alegría de despertarse frente a la montaña más hermosa, el Mont Blanc.
Después de la emoción de la altitud, puedes sumergirte en la piscina exterior climatizada o relajarte en el Spa by Clarins.
Termina este hermoso día con una parada gourmet en Matafan, donde cada plato del menú de temporada es una invitación a compartir y disfrutar de la convivencia.