Montblanc

Cuando una empresa lleva el nombre de una de las montañas más altas del mundo, se puede suponer que tiene una historia rica y notable. Nuestra historia abarca un siglo en tres países importantes, con la firme convicción de que hay muchas formas de mover montañas.

Desde el principio, nuestra pasión por los instrumentos de escritura y la artesanía ha sido profunda. Encendidos por el deseo de crear diseños atemporales, nació nuestra primera emblemática pluma estilográfica.

Su plumín representa el punto culminante de nuestros 112 años de historia; y aunque nuestros comienzos fueron modestos, nunca fueron ordinarios. Fabricar nuestros productos a mano es uno de nuestros mayores placeres, y creemos firmemente en dar significado a cada pieza.

Pero no son solo los pequeños detalles los que hacen únicas nuestras creaciones. Son cada uno de nuestros empleados quienes contribuyen a dar a Montblanc su carácter distintivo. Cada decisión, cada proyecto y cada inspiración contribuyen a la elaboración de nuestros productos. Por eso estamos convencidos de que cada persona puede dejar su huella.